tantas veces inmerecido,
la paciencia que consume
quemándolo todo
excepto el miedo,
siempre omnipotente...
la soledad que desgarra,
la indiferencia desespera,
y la superstición, la violencia,
el abismo entre saberlo predestinado
y sin embargo imposible.
Y de repente su voz...
sentir al corazón
latir, correr, romperse en mil pedazos
revivir
como un rio que resurge
esplendoroso, brillante
después del deshielo
una vez más...
esa es mi esposa poetica...
ReplyDeleteSooo sooo Brillant!!!
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